Friday, December 19, 2008

¿En Qué Momento Lo Muy Disponible Se Vuelve...Bueno...Muy Disponible?

Empezando a escribir esto, me siento como la persona número 50 billones...de hecho, ser la persona que llegue a un número redondo se oye a algo muy especial así que no, me siento como la persona número 56 236 986 581 en mencionar esto pero, a la chingada, quiero decir algo al respecto.

La discusión siempre está ahí, las palabras se repiten; la música está demasiado disponible a todo el mundo por internet en estos tiempos; ¿Quieres un disco de una banda rusa de polka? Métete a Soulseek y encontrarás miles de donde escoger, ¿Quieres escuchar el próximo disco de Kreator? Googleeale bien y lo conseguiras, ¿Te sientes con ganas de escuchar la aplastante caja de Throbbing Gristle, el TG24+ o, mejor aún, al infame monstruo de 50 discos que es el Merzbox? Probablemente hay un torrent con muchos seeders de donde bajarlo.

Y así todos los rucos y snobs regularmente hacen notar que teniendo tanta música tan disponible para todos hace que la apreciemos menos que allá en los buenos tiempos cuando el SIDA aún no había arruinado el sexo sin condón y los rascacielos estaban hechos de chocolate. Todo es tan desechable, ¿Cómo lo puedes amar?

Les voy a decir lo que pienso de esto.

Siento que son pavadas que, si algo es (relativamente) fácil de tener, entonces no tiene valor; he encontrado un chingo de mis absolutas bandas y artistas favoritos, nuevos y viejos, bajando sus discos; si no fuera por el internet, probablemente nunca me hubiera siquiera enterado de la existencia de Loop ya que la mayor parte de su discografía está out of print y amo a Loop, por ponerles un ejemplo.

En aquellos días (sí, lo estoy diciendo esto completamente serio y ni me lo creo que así lo estoy diciendo), si quería checar una banda que no conocía y no se encontraba de ninguna forma en el radio, tenía de dos: a) o me la jugaba y compraba el disco en una cadena de tiendas que lo daba por fácil 4 veces su precio original (vivo en un país donde son pocos los discos que me gustan y son domésticos) o b) me compraba una copia en cassette pirata del álbum. Comprar el cassette pirata era difícil inclusive, no podías danzar a la esquina y pedirles el nuevo de Pavement, ni hablar, digamos, encontrar algo de Teengenerate y olvidate de querer checarte a Captain Beefheart, porque prácticamente no existía; encontrar un buen puesto de tapes piratas era difícil pero no imposible, y una vez ahí, ya tenías que aguantarte con lo que tenían; recuerdo haberme comprado un recopilatorio de la disquera Earache porque tenía DOS rolas de Brutal Truth y estaba desesperado por tener material de ellos para escuchar; por supuesto el compilado también contaba con material de Godflesh, Carcass, Bolt Thrower, Entombed y Cathedral, pero en verdad no me gustó ni uno de ellos (excepto Entombed), solo me interesaba Brutal Truth y era el único material que pude conseguir de ellos (años después ya le ví lo interesante a las otras cuatro bandas del cassette).

Otro método era grabar cassettes tú mismo; digamos que un cuate tenía algo que absolutamente querías escuchar por tí mismo, entonces le pedías que te prestara el tape y ya tú lo grababas, o chance tu amigo/a prefería grabarlo por tí; yo tuve que ingeniarme (con ayuda de mi mamá) a hacer un cable, literalmente hacer un cable que me permitiera conectar mi Walkman al estereo porque no era de doble cassettera y era la única forma de que se grabara de tape a tape; también solía sacarle copias a los libritos y los iluminaba con plumones después, sin importar si contenían fotos reales o pinturas. El único álbum de Stone Temple Pilots que tengo en mi colección de cassettes es el Purple con portada que parece bien pinche caricaturezca por como la coloreé, mientras que a mi versión del 4 de Danzig no nada más le tuve que recortar y dibujar la cejilla donde dice el título con mi mano tembloroza de escuincle de 13 años, sino que el librito quedó tan negro que ni se pueden leer bien las letras...No hay más negro, definitivamente.

Entonces, pensaran ustedes que esos días de ingeniarselas para escuchar música que tenía la posibiilidad que nos mandara a descansar a punta de orgasmos y nos cargara nuestros sueños para adueñarnos de todo lo que es chingón en la vida...pero no es así. Para mucha mucha gente, bajar un disco es tan complicado como improvisar un rap en swahili después de solo una lección de principiantes (este párrafo obviamente no aplica a gente tecnofóbica o que no acostumbra a aventurarse a las tierras de la ciber-piratería); se me hace increible que la gente NO SABE USAR GOOGLE, ya sea porque no pueden escribir gramáticamente bien o siquiera han visto como se escriben los nombres de sus amadas bandas o son muy huevones para buscar dentro de resultados varios y que en la primer página de los mismos no figure ni un link directo (refinar una busqueda es, al parecer, un concepto extraterrestre para esta gente). Lo peor de todo es que esta gente piensa que todos en el internet están obligados a darles discos grátis, se ponen de contestones e insultan con faltas de ortografía fatales porque nos atrevimos a esforzar a sus traseros tacaños y flojos a buscar más detenidamente algo que seguramente podrían comprar en dos chingadazos.

Yo bajo muchísimo, un pinche chingo, de hecho, pero eso no afecta mi experiencia auditiva o mi entusiasmo por la música; de hecho, en muchas ocasiones, tengo que buscar mucho y sufrir por mis descargas. Escucho mucho noise, improv, drone, etc, cosas que son lanzadas en microediciones por disqueras que operan desde un closet y que se sobrevenden en segundos; hay veces que me tardo semanas en encontrar lo que quiero y, cuando lo encuentro, luego tengo que esperar horas y horas para que acabe de bajar todo completamente, sin mencionar que muchos de estos lanzamientos son hecho en cassette y vinil, lo cual no es que lo haga más difícil de transferir, pero si lo hace más de huevita para el alma caritativa que decida subirlo para la gente; hace unos meses, me maté para encontrar un clip de como tres minutos de Jason Zeh que ni representaba bien lo que él hace, pero tuvo que servir para enseñarle a gente más o menos que es lo que hace. Actualmente, es muy posible que me tarde meses en acabar de bajar todos los discos de la caja de SPK que Vinyl On Demand sacó este año, pero puedes apostar que estará chingón cuando ya esté todo en mi disco duro y lo pueda escuchar, igual de chingón que cuando bajé los 10 discos de la caja de Improvised Music From Japan hace un par de meses, y eso que fue bastante fácil bajarlo, relativamente hablando.

Así que la música es música, más gente la está escuchando y más de esa gente que está predispuesta a que le valga verga pues así le seguirá valiendo, pero aún así escucharán; para nosotros que en verdad vivimos para esto, las cosas verdaderamente no cambian, sin importar si estas esperando que te llegue un pedido de viniles o estás en fila para bajar todas las Aktions originales de Whitehouse, el momento en que esas notas que en serio significan algo para tí, se escucharán tan trascendentes como deben de serlo.