Ayer, como tantos otros mexicanos, salí a celebrar en un bar el triunfo de México sobre Francia en el mundial --no soy futbolero ni nada, pero debo admitir que he estado viendo los partidos de la selección nacional, y pues, cualquier excusa para celebrar ¿No?--; después de escuchar el "Waka Waka" y la "Waving Flag" y demás canciones, el DJ, muy probablemente DJ Playlist, puso "El Rey", la inmortal canción de José Alfredo Jiménez, medalla de los mariachis en todo el territorio nacional y tierras extranjeras donde existan restaurantes adornados con colores rosa vistoso y sombreros grandes.
Al principio, sentí que la adición de esta canción al ambiente del lugar, uno de celebración y buena vibra, estaba por completo fuera de lugar. El mariachi, por lo menos para mí, se asocia al fin de la borrachera, cuando el ánimo baja un poco y, comunmente, a mucha de la gente reunida, después de tomar un par de chupes desinhibidores, se tienen que confrontar con partes que chance no habían pelado dentro de ellos, por lo que les agarra la "mala copa", la alegría reemplazada por melancolía en el mejor de los casos, completo desbarate emocional en el peor (bueno, hay casos peores pero estamos chupando tranquilos aquí, no se los voy a mencionar). El punto es que pensé que "El Rey" nos iba a dejar llorando por grandes amarguras acumuladas ("¡¡¡Güey, no vamos a pasar de octavos de final, como siempre!!!"), pero eso no ocurrió; la gente la cantaba con orgullo, con pasión, y sobre todo, con alegría. Cuando terminó la rola, pusieron "Como quién pierde una estrella" (estoy casi seguro que se llama así) y otras de mariachi, siguiendo la tónica, pero ya esas pusieron más el ambiente nostalgimelanjodidon que trae la mariachiza. DJ Playlist "corrigió" el camino con Ke$ha o Lady Gaga o algo así.
Me puse a pensar por qué "El Rey" se sintió bien en ese momento, qué es lo que la hace diferente de otras rolas de ese estilo, inclusive de la autoría de José Alfredo, y lo que más pude apreciar es que "El Rey" es la canción más mexicana que se me puede ocurrir, por el hecho de describir exactamente como es que un mexicano se siente, y como es que aspira a sentirse. Los versos hablan de derrota, pero sin perder la dignidad; como un/a amante extrañará al intérprete cuando muera, aunque no lo quiera admitir, y como el destino nunca dejará al protagonista quedarse en un solo lugar para disfrutar, sino seguirá y seguirá, a mucha honra, rodando como piedra. En el coro, implica que no necesita de nada ni nadie para ser la autoridad máxima, aunque admite carencia de posesiones y compañía ("ni trono ni reina") pero no le quita quién es.
No habla de como quieren ser los mexicanos, ya que pocos encuentran o admiten felicidad sin tener un smartphone y un coche, mientras que los pertenecientes a la --aquí voy a hablar a muy grandes rasgos y con términos que no me complacen mucho-- extrema pobreza, hacen de la humildad una virtud, pero sin actitudes altaneras en general. No habla de como un mexicano se percive a si mismo, sino de como son; de las cosas que sentimos y hacen inconcientemente
Más que el significado literal o conotación social que pueda reflejar (bla bla, proto-pretensiones, ya sé, ya sé...), es la reacción que provoca entre la gente al escucharla. En esencia, la rola es un lamento por lo perdido y una reafirmación de lo que no se puede perder, pero la gente lo toma como total celebración de lo que es ser mexicano, de lo que es vivir aquí y crecer con todo la cultura y ambiente en el que estamos. "Cielito lindo" es aún más alegre y celebratoria --de nuevo, en esencia, ya que siento que la canción es de tristeza y de tratar de salir de la misma-- pero habla de México, del país y la familia y lo que debe representar, muy dentro de todos nosotros.
Hablar del mexicano es algo complicado aunque es fácil de simplificarlo de manera pendeja, o sea caricaturizándolo; sin embargo, al escuchar "El Rey", todo eso desvanece, y las complicaciones se hacen vapor y risas y gritos y orgullo. Se hacen un gol ante una potencia mundial del futbol.
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