RESEÑA: The Chariot - Wars and Rumors Of Wars

OOOO

Yo conocí a Josh Scogin cuando un día bajé una rola de Luti-Kriss, y se me hicieron chidos, tocando una especie de hardcore muy maligno, que se arrastraba más que andar o moshear; pero luego de eso se cambiaron el nombre a Norma Jean y medio siguieron el camino hasta volverse más como el metalcore que los chamacos conocen hoy en día, pero esto ya fue sin Scogin.

Me volví a encontrar a Josh Scogin en el Sounds Of The Underground del 2006, cuando él y su banda de peroxidados se aventaron un set muy parecido a lo que escuché por primera vez con Luti-Kriss pero aún más agresivo, aún más siniestro y aún más doloros, llendo lento y pesado sin llegar a usar sus manos para mover sus cuerpos, doloroso y gritado sin llegar a ser como una parodia propia y austeros pero llenos de sensaciones. Para mi fortuna, Everything Is Alive..., su disco entonces, reflejaba muy bien ese set.

Su tercer disco, Wars and Rumors Of Wars, no cambia estrictamente la fórmula desde entonces, aún tocando con ritmos fracturados pero lentos, con riffs oscuros llenos de agonía infernal (irónico, ya que el grupo es cristiano), y con gritos que probablemente replica don Scogin cada que le rebanan la piel con un rayador de queso o cuando come mucho chile de árbol; con todo y que toda la banda menos Josh es diferente desde su último álbum, The Fiancée. Los títulos y letras continúan su tradición de ser bien poeticos sin llegar a mamoneses y todo es pesado, pesado y pesado; la batería pega con fuerza mientras la guitarra pasa de ser disonante a aplastante para convertirse en disonante y aplastante, sincopando con la bataca o dominando el ambiente, todo es crudo y directo. Algunas veces, como en la rola "Impress.", la banda logra abrir su rango en notas y emociones, sobre todo al final.

Wars, y Josh Scogin en general ya que el disco refleja un sonido que el grupo ha hecho desde antes de formarse inclusive, recuerdan a un Converge menos caótico y un poco más lento, igual sin llegar a sus niveles de profundidad pero que aún así llegan a penetrar en la piel para que brote la sangre, el ardor se extienda por nuestro sistema nervioso y se pueda ver el hueso. Y sí, The Chariot ya llevan tres discos en la misma onda, pero cuando los discos apenas llegan a los 30 minutos y son así de potentes, pues no es demasiado malo que sigan haciendo lo que les sale bien.

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