Sunday, October 18, 2009

CONCIERTO: Lila Downs, 10/Oct/09, Salón José Cuervo

El Sábado tuve una experiencia que hace mucho no había tenido: Haber ido a un concierto de alguien que no estaba muy familiarizado; peor aún, ese “alguien” era una artista a la que prejuiciosamente no le daba chance de nada nadita.

Pues si fui a ver a Lila Downs, alguien que siempre se me hizo un poco poser, por vestirse de oaxaqueña por lo que yo pienso era más bien publicidad; también se me hacía poser porque luego tiene así canciones tradicionales mexicanas adaptadas con bandoneón de tango, beat de ranchera y guitarra eléctrica, así como mezcolanza de géneros “world” para que cierto tipo de gente lo consuma. Más que nada esto ha sido por concepción porque hasta hace poco le di en verdad una buena escuchada.

Así que llegando al Salón 21 (o Vive Cuervo, o Tequila Cuervo, o como se llame esta semana), vimos una mezcla de gente joven con vestidos típicos nacionales y gente más grande vestidos más propios para su edad y para el recinto, más muchos entre ambos grupos de edad sin una imagen en particular; la cola estaba hasta llegar al Circuito Interior y había también cola para comprar boletos, aunque si no hubiera visto la gente esperando en la taquilla, hubiera pensado que estaba sold out el evento. Ya adentro que pasamos por la pulserita para que te vendan chela, que atravesamos junto al puestito de Amnistía Internacional y junto a lo que no supe si era una ofrenda de día de muertos o muestra de lo que te ofrecían de cena los del lugar, llegamos a la pista general que ya tenía las luces apagadas y los músicos haciendo intro; la gente estaba bien apretada entre más te acercabas adelante, esperando recibir a Doña Downs.

Efectivamente al salir, la gente la recibió con tal fervor que no cabía duda que esperaban entregarse totalmente a ella, su personalidad, su voz, su vestido; ella por su parte, bien pudo sacar la carta de la “Diva” y pudo haberse portado distante con excusa de estar concentrada en dar una actuación (...de nuevo mis prejuicios...) pero lo contrario fue el hecho, y Lila salió bailando con una gran sonrisa, extasiada que la gente quisiera atender para compartir con ella. El concierto comenzó con “Black Magic Woman” su cover de la original de Santana, una rola que logra hacer suya, lo cuál en sí es un fenómeno que se repitió toda la noche, le siguió con “Agua de Rosas” y el público respondió con un entusiasmo atascado; la banda que la estaba acompañando contaba con bajo, batería, percusiones, trombón, saxofón, clarinete, guitarras, acordeón, y, tocados todos estos por Celso Duarte, arpa, guitarra, violín y charango; también la estuvieron acompañando varias pantallas con proyecciones que iban de acuerdo con sus canciones, cubriendo los flancos laterales del recinto, dejando solo la hilera de hasta atrás como área VIP, por lo que la vieron arriba pero lejos los que pagaron buen varo.

El setlist estuvo compuesto de muchas canciones tradicionales tocadas con arreglos que agarran de muchas fuentes, desde lo ranchero hasta el klezmer (la rola que hace con el güey de Café Tacuba en el disco, pero que cantó sola en concierto, y con la cuál cerró su set normal, con mucha energía, rapidez y desenfreno), lo cual por supuesto no es auténtico pero no me parece que Lila Downs quiera ser auténtica, por como estuvo disfrutando de las canciones, de hacerlas en vivo y de que sus músicos se empeñaran en hacerlas suyas, lo que le preocupaba más que nada era pasársela bien. Ella es una gran performer en vivo porque conecta con la gente, deja que todos la adopten, la quieran y pueda hacer lo que quiera, no para que le celebren todo como niña chiquiada, pero para que todos quieran volverse locos y disfrutaran lo que hace, mientras toma muchas veces elementos musicales de México que dudo la gran mayoría de los asistentes conozcan fuera de las versiones de Lila, haciendo que sobrevivan más cada día, que lleguen a ver otro mañana y sean cantadas, vitoreadas y reinterpretadas en sus arreglos y en su mensaje para los escuchas. La banda se contagiaba del entusiasmo de Doña Downs, al ponerle mucho empeño, tocando bien fuerte cuando se debía, improvisando en ciertos momentos pero más que nada manteniéndose amarraditos en los ritmos para que las canciones tuvieran pasión y fuerza.

Tuvo canciones lentas, incluso en un momento en el que Lila tomó una guitarra acústica para interpretar una ranchera y bien al principio del set se echó una de José Alfredo Jiménez, pero la energía nunca decayó, con la gente coreando y todo; algo que entendí en este concierto es porque a la gente le gusta Lila Downs, la onda es que sabe muy bien hacer suyas las canciones, ya sean populares de poblaciones semi-indígenas o más modernas, sabe como adaptarlas de una manera que las pueda cantar con su voz tan característica (he notado en algunas de sus grabaciones que si le sabe muy bien a eso de modular su voz, y pues yo pienso que si la armaría haciendo un disco experimental de voz a la onda de Yamatsuka Eye o Ami Yoshida o Maja Ratkje), y a eso le imprime su personalidad para poder darle su todo en voz, emoción y fiesta, y eso se tradujo en el concierto. Ella no trata de hacer un género yuppie de mezcolanza world latino, no es lo que se propone; se propone tomar los elementos de los géneros y la música que más le gusta para hacer un sonido de ella sola, algo muy suyo y por lo que la fueron a ver.

Hubo muchos momentos emocionantes dentro del concierto, cuando cantó la del (y disculpen por estas descripciones en vez de títulos, no estoy muy familiarizado con ella) mole, la de los pollitos, “La Sandunga”, la de la Llorona (un punto muy alto para casi todos los asistentes), así como una nueva. Me costó un poquito de trabajo saber como escribir este artículo, generalmente hablo de las canciones, el set, los músicos y así en un concierto, pero de esto no sabía mucho, no sabía que esperar y no siento exactamente como que ayudó a mi apreciación de la tocada, pero si me hace sentir muy bien el poder entrar sin saber mucho y salir sintiendo que fue algo muy bueno. Lila Downs demostró a un público que ya la amaba que, aunque haciendo un cambio de vestuario y haberse puesto una gorra, ella y es simplemente quién es, le encanta serlo y sabe como hacer un muy buen concierto, hasta para quien casi ni la conoce.




1 comment:

YOU ARE A GHOST said...

hasta me dieron ganas de ir a verla, saludos!