Bryan Day, quién graba como Shelf Life y Eloine y es la mente detrás de la disquera Public Eyesore, vino a presentarse con este último proyecto aquí el fin pasado, tocando el Viernes en el DF y el Sábado en Toluca.
Yo estaba programado para tocar los dos días, pero por problemas de salud no pude presentarme en el DF, aunque escuché que Bryan intentó un performance un poco fallido donde todo su equipo se desmoronó como a dos minutos de empezar su set y le siguió con gritos, mientras que destacaron lapantentependiente al tocar particularmente áspero. Bueno, eso es lo que me dijeron.
El recinto de la tocada fue un lugar llamado El Baúl, una especie de galería y espacio de actuación hecho dentro de una casa pequeña de las de usanza vieja que tanto hay en provincia; no hubo mucha gente ya que era semana santa, y pues el ambiente era más relajado en vez que de tocada.
Comenzando estuvieron Sinestesia, dúo conformado por Sergio y Sinuhé de Amniosis en el que tocan más psicodélico y guitarrezco que en su grupo común, haciendo notar la influencia de Skullflower, de los cuales Sergio lucía camiseta; el volumén de la tocada no era el más alto pero se alcanzaban a apreciar bien los matices sonoros que manejaba el dúo, así como los loops que soltaban y sampleaban en vivo. Con mucha atmósfera y texturas, el dúo terminó su set.
Le siguió un trío de improvisación entre Luis Flores (organizador de tocadas y conductor de un programa de música experimental en Radio Mexiquense) tocando un poco de laptop y varios teclados, más un guitarrista/tecladista y un bajista; Luis se dedicó a soltar fragmentos y sonorizaciones suaves y frías que sirvieron de base para que el guitarrista/tecladista colorizara, con varios niveles de éxito y con los que el bajista se dedicaba a tocar una nota o dos, perdiendo el ritmo y el contexto muchas veces. Tras mucho perderse y encontrarse, el trío culminó con una sección ambiental muy hermosa, recordándome un poco a lo instrumental de Galaxie 500, enfocando todo en un muy buen final.
Siguió I/C/O/C; el sonido del escenario era inexistente así que todo era adivinarle a ver que pasa, toqué con unos loops que a la mitad ya no escuchaba para nada y sentí que le faltó potencia a la guitarra, pero la reacción fue positiva y los gritos míos estuvieron muy fuertes. Creo que fue el set más ruidoso de la noche.
Bryan Day tomó el piso donde tocó con varias cajas de madera hechas a mano que contenían varios utensilios; tuercas y fichas en una, resortes en otra, más un Speak & Spell con circuit bending, un Kaos Pad y otros dispositivos, los cuales eran tocados con una brocha de batería, un E-Bow y/o un arco miniatura, todo conectado a una mezcladora más un micrófono; Brian comenzó diciendo que él era un mal boy scout, transformando su voz y tocando todos sus juguetes en un orden que solo él entendía pero que tenía completo sentido, sintiéndose como algo íntimo, aleatorio y bizarro pero sin espantar, algo muy natural. La intensidad de Day fue aumentando, tanto en el sonido como en sus movimientos espásticos que hacía, tocando más rápido y fuerte mientras se sacudía y manipulaba sus chucherías con más fuerza; a la mitad, el micrófono salió de su stand chiquito a estar en medio de sus cosas y las canicas y tuercas volaban por todas partes; al final, Bryan tenía hipnotizado a todos los asistentes, terminando su set sin ser brusco, como si despertaras de una ligera siesta tranquila pero con sueños de ir en un columpio bien rápido.
Amniosis se encargaron de cerrar el show, tocando con guitarras pero esta vez con un poco más de mesura (pero bien ligeramente esta mesura) para dar paso a su onda más surreal, desolada y hasta un poco cósmica, sintiendose como Skullflower por supuesto pero a la vez sonando un poco como los trabajos de Coil después del acid house pero antes del drone, con pequeños sonidos como de sonár, ambiente puro pero sin dejar de pasar la totalidad de las guitarras, dándo un set muy completo, brusco pero introspectivo a la vez.
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